La cultura política en el virreinato pudo transformarse y modernizarse debido a la recepción del liberalismo hispánico. La coyuntura fidelista de 1808 a 1810 fue una etapa previa e indisociable de esta innovación, ya que durante aquellos años se produjo una inicial politización de la población peruana a través del impacto que tuvo la reacción popular antinapoleónica en España.